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{ENTREVISTAS}
'Hago teatro porque tengo la necesidad de ser otros'
Begoña G. Hidalgo forma, junto a Eni Navas, Peloponeso Teatro y presentan en Actual 'Mirarte'
La casualidad quiso que la conversación con la actriz Begoña G. Hidalgo tuviera lugar con un café de por medio y en la misma mesa del Wine Fandango, la céntrica cafetería logroñesa, en la que se fraguó ‘Mirarte. El Museo te habla y te mira’, la obra, que junto a su compañera en la compañía Peloponeso Teatro, Eni Navas, presentarán en el festival Actual 2016, dentro del espacio ‘Escenarios Insólitos’. Tras estudiar Trabajo Social, el destino de Begoña –una niña que siempre quiso ser artista- le trajo a Logroño, donde compaginó la formación teatral con su trabajo psico-social. En 2010 decidió dedicarse de forma exclusiva a la pasión de ser actriz y dejar atrás un trabajo estable de trabajadora social. Desde entonces, ha participado en diferentes proyectos teatrales independientes y ha colaborado con compañías y empresas de gestión cultural como Juan y Pinchame, Sapo Producciones, La Canica Roja, o Zarandula. El pasado año, decidió dar un paso adelante más y poner en marcha, junto a la también actriz Eni Navas, su propia compañía, Peloponeso teatro.
Cuando a Begoña le hablas de teatro recurre a Federico García Lorca. Recuerda que decía que “el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Al hacerse y ponerse en pie, habla, grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía, al mismo tiempo que se les ven los huesos, la sangre, la ira. Han de ser tan humanos, tan honrosamente trágicos y ligados a la vida con una fuerza tal, que muestran sus traiciones, que se aprecian sus olores, y que salga a sus labios toda la valentía de sus palabras llenas de amor o de asco”.
S.- ¿Cuándo se vive el teatro con esa pasión cómo se suelta, una vez acabada la representación, al personaje?
Hay que agarrar con fuerza y soltar con ligereza.
SPOONFUL.- ¿Qué propone ‘Mirarte. El Museo te habla y te mira’?
Ese es el título. Proponemos dar una vuelta a la forma de visitar un museo. Proponemos que el museo te mire y te hable, que a través de los ojos de las diferentes esculturas y pinturas –de los ojos de las mujeres protagonistas de esas obras- sean los que cuenten sus historias. Proponemos también una atmósfera diferente a la habitual de un museo, poca luz, linternas, y un con halo de misterio. Queremos hacer énfasis en el cambio de posición de espectador a la hora de observar una obra de arte.
S.- ¿El montaje cuenta una historia, tiene un hilo narrativo?
Se cuentan diferentes historias y existe un giro final, que no puedo desvelar. Hemos seleccionado diferentes obras en diversos puntos del Museo y a través de ellas se van contando pequeñas historias de mujeres. Está todo escrito con nombre de mujer, desde una voz femenina.
S.- A priori el Museo de La Rioja como escenario teatral se muestra espectacular, ¿no?
Es una propuesta en la que lo interesante para nosotras era también colocar al público en movimiento, que se mueva y forme parte del escenario escénico. Que el público intervenga con los personajes. El espacio escénico es itinerante. Como eje conductor de la historia contamos con la gran escalera central del Museo. Esa sería la espina dorsal del recorrido. Es imponente. Con la escalera ya estamos vestidas… para luego desnudarnos… ahí lo dejo…
S.- Dais vida a las obras de arte…
Nuestra pretensión es dar vida a los ojos de las obras de arte. A los ojos de las mujeres, pero claro tenemos que darles voz y vida…
S.- Arte dentro del arte…
Sí, algo así como metaarte –se ríe-; se trata de aprovechar espacios diferentes, insólitos como los denomina el programa de Actual. Se trata de llevar el teatro a lugares no convencionales. Queremos transformar espacios al tiempo que llevamos el teatros a lugares donde no es habitual.
S.- ¿Cómo ha sido la selección de las obras de arte, de esas esculturas y pinturas que va a ser protagonistas?
Es curioso, primero elegimos el lugar. Todo se ha adaptado al espacio. Nos pareció que podíamos transformar el Museo en uno de esos escenarios insólitos. Una vez decididas por el Museo comenzamos a buscar los espacios que nos decían algo. El primer espacio del que nos enamoramos fue la escalinata del Palacio. Visitamos las diferentes salas dejando que nos hablaran y nos dijeran cosas, nos dejamos llevar por la estimulación del lugar y comenzamos a tomar contacto con las obras. Fue un trabajo que realizamos mi compañera Eni Navas, Bernardo Sánchez y yo. Visitamos el Museo y dejamos que nos estimulara. Elegimos obras en las que estuvieran retratadas o dedicadas a mujeres.
S.- Las mujeres protagonistas…
Sí, surgió de mirar y de dejarnos llevar por el Museo y por lo que nos proponían esos recorridos que realizamos por las salas. Nos dimos cuenta que lo que más nos sugería eran las obras en las que estaban retratadas mujeres. Hay dos esculturas y el resto son obras pictóricas. En total son diez puntos.
S.- ¿Tiene algo también de reivindicación?
Tiene algo de voz femenina desde el punto de vista de que somos mujeres las que mostramos la obra y nos apetece situarnos en la posición de las mujeres a lo largo de la vida, de la Historia, de la Cultura.
S.- Te lo comentaba porque parece que también en la cultura parece existir una menor atención hacia la creación femenina, ¿no?
Sí, y además, dado que en el Museo no hay ninguna obra –que me corrijan si me equivoco- que sea una mujer la autora. Ya que estamos vetadas en ese sentido, vamos a darle la vuelta a la situación dentro de las propias obras.
S.- Es curioso lo que comentas porque en la Sala Amós Salvador sucede algo parecido. Creo que en los últimos tres años tan sólo se ha programado la exposición de una mujer artista…
Sí. Ya que no podemos estar como autoras, hemos querido realzar la idea de ser protagonistas de muchas historias y de la vida.
S.- Creo que en ‘Mirarte’ pretendéis también crear una atmósfera de misterio, ¿no?
Sí. Hemos dado muchas vueltas a cómo mostrar el Museo de una forma diferentes. Nos hemos inclinado por crear una atmosfera de misterio… vamos a dejarlo ahí, para no adelantar demasiado… Queremos que el Museo te hable, te mire y suene…
S.- ¿Cómo es el trabajo previo, el proceso creativo de poner en marcha un montaje teatral como ‘Mirarte’?
En este caso ha sido muy peculiar al tener que adaptarnos a los espacios insólitos de Actual. Es algo que te condiciona, pero también lo hemos tomado con mucha libertad. Como siempre nuestro proceso creativo ha sido un tanto loco y disperso en muchas ocasiones. Empezamos –Eni y yo- con una lluvia de ideas y colaborando con Bernardo Sánchez en la puesta en escena. Cuando ya tuvimos el texto se incorporó nuestro director, Cipriano Lodosa. Cipri nos ayuda a sacar el texto del folio y ponerle tripas, corazón y huesos. Pero lo primero es una lluvia de ideas y de sensaciones sobre lo que nos sugiere la historia. Desde ese punto comenzamos a tejer lo que queremos contar. Hay muchos momentos de intercambios de propuestas. En este caso los textos están escritos por los tres, por nosotras y por Bernardo que les ha dado un toque final para hilarlos y darles un mismo tono.
S.- ¿Por qué actriz? ¿Por qué el teatro?
Soy de Madrid. Desde que era niña era de esas que decía ‘mamá quiero ser artistas’. Me disfrazaba, aprovechaba todas las ocasiones dentro del colegio y del instituto para mostrarme en todos los eventos que había ocasión. Fuera fin de curso o lo que fuera. Me gustaba el escenario y, sobre todo, jugar a hacer de otros. Vivía en una zona de Madrid, que se llamaba Manzanas, en la que bajábamos a jugar. Abrías la puerta del portal y estabas con un montón de niños para jugar. El descampado que había al lado de mi casa –ahora es el barrio de San Fermín, junto a la Caja Mágica- era el lugar de encuentro. Recuerdo que bajaba un poco antes e incluso les preparaba todos los juegos a mis amigos. Por ejemplo, les decía: “hoy vamos a jugar a los hoteles” y les repartía los personajes. Hay comienzan los primeros juegos de transformación. Las manos de mi hermana fueron mis primeras marionetas.
S.- ¿ …y de ahí?
La verdad es que en Madrid no me atreví a continuar de una forma más seria. No me atraví a proponérselo a mis padres. Aquellos no eran buenos momentos, vengo de una familia humilde, y era preciso trabajar. Estudié Trabajo Social. Así que tengo como una vida paralela al teatro. Tengo estudio en Psicología, soy terapeuta familiar y una parte de mi vida la he dedicado a ello. Llegué a Logroño por amor y continúo aquí por otro amor. Llegué para poner en marcha la Oficina de Atención a la Víctima. Estuve trabajando en temas de violencia de género trece años, pero paralelamente comencé a formarme en teatro en Logroño con Jorge Padín. Primero con la UPL, con Jorge Padín, con Sapo Producciones, después en el espacio de la CNT… Con Jorge Padín estuvimos una pandilla de locos ocho años trabajando adquiriendo una formación increíble. Hay que agradecer a la gente con conocimientos y de gran calidad que ha decidido quedarse en La Rioja e impulsar a otros a entrar en este mundo. Todo esto paralelo a mi trabajo.
S.- ¿…y al final venció el teatro?
… tiran tanto las pasiones, que dejé el Trabajo Social y aposté por el teatro.
S.- ¿Por qué haces teatro?
Tenemos una gran necesidad de jugar a ser otros. El actor, a veces, es criticado por ser muy hedonista, de tener mucha necesidad de exposición, pero creo que el actor es un grande funambulistas, que está constantemente jugándosela, con el vértigo, con el riesgo en una cuerda floja continúa de desnudez ante el público. La crisis la llevamos muy dentro, muy cerca de la piel, porque estás en una crisis continua contigo, el hacer teatro te coloca en lugares de ti que en la calle no muestras. El teatro te hace ser otro. Recuerdo una cita: “quiero vivir muchas vidas, por eso hago teatro”.
S.- ¿Crees que el teatro que propone Actual, los escenarios insólitos, conecta con el origen de los cómicos?
Conecta sobre todo con la necesidad de hacer teatro cómo sea y dónde sea. También con el momento actual en el que estamos, que se dice que es de crisis pero que dentro del teatro siempre la ha habido. Como estamos acostumbrados a vivir en una crisis continua, tanto hacia nosotros que estamos siempre expuestos y en la cuerda floja como hacia al exterior. Esta fórmula de Actual permite colocarte en lugares diferentes para llegar a un público que, a lo mejor, a una sala tradicional no acude. Permite darle una visión diferente del teatro.
S.- No sé cómo sucede en otras ciudades, pero da la impresión que la relación compañías de teatro y población en Logroño es muy elevada…
Es así, muy elevada. Ha habido una gran evolución y una gran trasgresión incluso dentro de lo que es el entramado social de Logroño. Lo cuento como una persona que viene de fuera. No soy la que se ha ido a Madrid a buscarse la vida, sino la que ha venido de Madrid. Cuando llegué me asusté mucho porque la imagen tópica o típica que se tiene de una ciudad de provincias la daba Logroño. Me asusté porque me parecía un lugar muy hermético, cerrado y clásico en muchos aspectos, sobre todo el cultural. Pero lo cierto es que fueron pasando los años y fui despojándome de los prejuicios y dejándome volar y ahora puedo decir que mi formación teatral ha sido en Logroño. Y sigo formándome con Cipriano Lodosa por el método de William Layton, que ha estado durante quince años en una de las más importantes escuelas de teatro de Madrid. Lo tenemos aquí en Logroño, como profesor de teatro. Sigo nutriéndome del ámbito cultural de Logroño y de su evolución. De aquella persona que llegó asustada ya nada tiene que ver. La evolución cultural de Logroño en los últimos quince años ha sido a pasos agigantados. Ha habido una gran transformación, muchas ganas de hacer y crear desde la nada, sin ayudas, ni subvenciones. Ha sido una fuerza independiente.
S.- Al final, ese esfuerzo de las compañías de la ciudad parace que ha determinado que el teatro haya llegado a Actual para quedarse, ¿no? Primero los contenedores, el año pasado ya con los escenarios insólitos…
Creo que lo estamos logrando y creo que también se está dando un apoyo institucional, una muestra de conferencia. Ya el año pasado nos sentaron en una mesa, nos reunieron a las compañías de teatro de La Rioja para conocernos y saber qué propuestas teníamos. A partir de ahí también se gestó una mayor unión entre las compañías y pudimos crear la Asociación de Compañías Profesionales de La Rioja AESCENA, con unos requisitos a cumplir para formar parte.
S.- Pero da la impresión de que no sois competencia entre las diferentes compañías o si hay competencia es de colaboración…
Si, así es. Es algo muy bonito. La colaboración se ha dado últimamente de forma más habitual. Unimos fuerzas y si uno necesita material no hay problema para prestarlo o que te lo presten. Hay una cohesión muy bonita que potencia la creatividad.
S.- Hablabas antes de que la obra que presentáis en Actual la habéis escrito a tres manos. ¿Escribís habitualmente vuestras obras?
Bueno, nosotras somos una compañía de reciente creación. Peloponeso Teatro comenzó a funcionar como tal a raíz de Actual 2015 y de los escenarios insólitos. Fue entonces cuando dimos el paso de profesionalización. Aquella vez trabajamos desde la improvisación. Primero creamos, de nuevo junto a Bernardo Sánchez, una lluvia de ideas que dio cuerpo a la historia y al hilo conductor. Entonces queríamos hacer partícipe al espectador de una confusión. Hablábamos del miedo escénico de dos actrices antes de salir al escenario y nos llevábamos al público con nosotras al escenario desde bambalinas. En esta ocasión, como te contaba, hemos trabajado de manera similar. En las dos ocasiones hemos creado los textos.
S.- ¿Trabajáis ya en más proyectos?
Estamos analizando opciones. Queremos desarrollar una obra de mayor envergadura, más grande. Estamos en el proceso de investigación de textos. No nos hemos decidido aún por adaptar o crear alguno nuevo… A mí me gusta escribir, pero lo hago de una forma muy personal, de una manera un tanto poética y la adaptación a un guión es complicada.
S.- ¿Cómo se engancha la gente al teatro?
Con propuestas interesantes, que lleguen, que transmitan, que se cuelen en sus entrañas, y a veces que, simplemente, les haga reir. Soy también payasa y tengo claro que el humor es la antesala del teatro, pero no sirve de nada si no está bien estructurado. Sea comedia o drama, la clave es que lo que cuentes le toque dentro, le estimule.
S.- En el montaje que representáis en Actual las obras de arte son protagonistas, ¿en qué obra de arte te gustaría quedarte a vivir?
Me encantaría quedarme a vivir en el ‘Jardín de las Delicias’, del Bosco. Es una obra en la que hay mucho para dar y tomar, todo un mundo de fantasía.
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