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{ENTREVISTAS}
'La pintura no es imagen sino acontecimiento'
Javier Victorero expone 'En la quietud' desde el 20 de marzo en la Sala Amós Salvador de Logroño
Javier Victorero expone 'En la quietud' desde el 20 de marzo al 18 de mayo en la Sala Amós Salvador de Logroño. Una serie de cuarenta pinturas realizadas en su estudio en Gijon y también en la capital riojana. Convencido de que el arte tiene que ver con lo espiritual, Victorero asegura que se inspira en el mar, en el aire, el cielo, la luz, los colores. Dos elementos, estos últimos, que cobran protagonismo en la obra del pintor asturiano, ofreciendo juegos extraordinarios que trasladan emociones. El artista siente la música cercana a la esencia de la pintura y de ella se hace acompañar durante su proceso creativo, mientras disfruta de ese estado de reflexión permanente que mantiene frente al lienzo./Javi Muro
S.- ¿Qué contemplamos en ‘En la quietud’?
Una exposición de pintura, con más de cuarenta obras de los últimos años realizadas en mi estudio de Gijón y en Logroño en el último año.
S.- De las obras que forman parte de la exposición llama la atención poderosamente el color. Un color qué es luz, ¿no?
Sí, un color que dice ser luz, luz interior, venga de fuera adentro o de dentro afuera, y también color que simboliza emociones, estados del alma y de la mente… El color tiene un poder de comunicar tan directo e intenso en pintura como el sonido o un conjunto armonizado de ellos en la música. Es muy importante el tono elegido, el matiz, la relación que establecen entre diferentes colores, en qué grado de saturación y luminosidad se nos presentan, etc, y así hasta el infinito. Los colores son misteriosos y grandes maestros para el corazón y la mente.
S.- El título de la muestra y esa luz a la que hacía referencia parecen apuntar no hacia un ‘estar parado’, sino a un estado de reflexión…
El pintor nunca está parado y menos cuando está delante de la obra que está pintando. Pintar es un dar, recibir, dar, recibir, dar… en permanente estado de reflexión, pero a varios niveles, desde las emociones recibidas en distintos momentos del proceso, la racionalización de ellas, lo que se nos escapa, los pensamientos que aparecen sobre lo que ahí está gestándose, y las relaciones o puentes que establezcamos en función de nuestra cultura, nuestra imaginación…, la mente en ebullición, y que todo eso sea visible en pintura. 'En la quietud' es una metáfora que reivindica una posición viva e individual, pero no egoísta, en este mundo veloz y desagradablemente duro que vivimos, que intenta por todos los medios que no tengamos el tiempo necesario para desarrollar nuestros propios pensamientos y cultivar nuestras preferencias, gustos, necesidades o emociones, que nos sea casi imposible re-conocernos. Planteo la importancia de todo esto a través del 'hace' y poder contemplar activamente unas pinturas, rescatar un poco de tiempo, en la quietud, para dejarnos ser cada uno de nosotros.
S.- Menciones en los títulos de los cuadros objetos físicos… bodegones, edificios o incluso el cielo, pero parecen retratados desde su interior…
Los títulos son sugerencias en clave poética, banderines de enganche lo suficientemente abiertos como para que el espectador conecte con aquello que comienza a 'ver' a través de la propia visualidad pictórica, que nunca se queda en la apariencia de las cosas del mundo, y mucho menos las pretende imitar, sino que viaja hacia el interior de la pintura, de las emociones y pensamientos que ahí acontecen.
S.- ¿Es una pintura espiritual? ¿Es el arte espiritual?
Sí, cada día voy aprendiendo que así es.
S.- ¿Qué es lo que te inspira?
El aire, el mar y el cielo, la luz, los colores, la música, el amor, el dolor, la pintura, un beso, la soledad…, la vida.
S.- ¿Trabajas con una idea conjunta de una serie de obras o surgen de forma individual y es después cuando encuentras la conexión entre ellas?
Surgen individualmente y encuentras la familiaridad a posteriori, aunque cuando empiezas conoces en parte tu estado de ánimo y vivencial, y eso cuenta mucho.
S.- Corrígeme si me equivoco… dicen los críticos que tras el paso por el estilo abstracto impresionista, ha sido al alejarte de ese espacio cuando ha surgido tu propio estilo… ¿Te ves reflejado en esa idea?
Yo creo haber sido siempre más o menos el mismo, pero con los años de pintura uno se va depurando, enriqueciendo y decantando, pero de forma natural e inconsciente, mientras pinta. Creo que es absurdo plantearse tener tu propio estilo, es más bien un mal de nuestra época, sino que uno pinta tal cual es, y el pintar desde uno mismo, ab origine, es lo que puede hacerte reconocible frente a los demás, original. Pero insisto, esto es más bien un valor de mercado y de esta época que un valor pictórico, como la calidad de la obra en todos los sentidos, que sí es muy importante, más permanente.
S.- Y llegados a ese punto, ¿Cómo defines tu pintura?
No la defino, me parece que así la limito y me autolimito, y no me interesa. La pintura es para verla y vivirla, y yo pinto.
S.- En diferentes menciones a tu obra y tu estilo son frecuentes las menciones a Klee y Kandinsky… ¿ves o veías también tu esas referencias?
De Kandinsky me emocionó su libro 'De lo espiritual en el arte', y creo que me relacionan por ese lado, o al menos yo me veo más cerca por ahí. Y de Klee me emociona todo, su capacidad poética, libre, profunda y juguetona, su obra donde no hay una pincelada sin inteligencia y sobre todo sin amor. Creo que ante todo es amor.
S.- ¿Qué buscas cuándo inicias una pintura? ¿Crear una imagen, contar un relato, una historia…?
Quiero ver lo que soy en el tiempo de la pintura, y encontrar un sentido profundo y amplio que incluya más mundo, hacer nacer algo vivo, como cualquier ser vivo. Pero nunca crear una imagen, pues la pintura no es imagen sino acontecimiento y experiencia viva, ni tampoco esto que ahora está tan de moda de contar un relato o una historia, y que por otra parte es antiquísimo. Para mí pintar es otra cosa.
S.- Has comentado en alguna ocasión la importancia que la música tiene para ti. Hablabas incluso de pintar la música…
Sí, para mí la música está muy cerca del sentimiento y esencia de la pintura. Y siento y pienso la pintura como si de música se tratase, espontáneamente. Las dos son artes abstractas, de esencias. Las siento casi como una, y no solo es cosa mía, de hecho comparten lenguaje como tono, timbre, color…
S.- … también, hablabas de que no concibes pintar sin poesía, ni música… ¿Te haces acompañar de música mientras pintas? ¿Qué escuchas?
Sí, suelo escuchar Radio Clásica, me abstrae e intensifica todo el proceso pictórico. Cuando me estresa la quito o pongo algo que ya conozco y que me gusta, como Bach, que nunca falla, pero me gusta casi todo. Además piensa que la vida de un pintor son muchas horas solo, en silencio, a veces días, y sin la música sería insoportable.
S.- ¿Cómo ha evolucionado tu pintura a lo largo de tu carrera? ¿En el estilo, en la temática, en lo que quieres contar a través de tus obras?
Creo que la pintura se va esencializando en lo formal, sin perder intensidad y vitalidad. Se va decantando y adelgazando, y saturando de aromas y sabor. El tema sigue siendo el mismo, la pintura y la vida. Desde dentro tengo poca perspectiva y aún me considero joven.
S.- Las últimas noticias sobre el mercado del arte dicen que 2013 ha sido el mejor año de la historia o uno de los mejores. ¿Lo ha sido para todos? ¿Lo ves así?
Creo que cuando se habla de mercado del arte, se tiende en exceso a hablar de las ventas en las grandes casas de subastas: de Picasso, Bacon, Monet, Van Gogh…, o las posibles variantes de moda, y en ese ámbito mediático pudo ser bueno. Eso poco tiene que ver con el día a día de la mayoría de los artistas vivos, y la crisis actual retrae a mucha gente hasta de entrar a ver una exposición, que es gratuita y espero que lo siga siendo siempre.
S.- ¿Se está convirtiendo el arte en un objeto de lujo y no para coleccionistas o amantes del arte, sino para inversores?
Los inversores y grandes coleccionistas internacionales imponen artistas y precios en el mercado de aquellos sobre los que invierten, con lo que manipulan, en interés propio, el mercado y lo convierten en una verdad hecha muchas veces de mentiras, en un bluff. Creo en los coleccionistas-amantes del arte, esos siempre ganan y siempre disfrutan, porque juegan a lo que les gusta e interesa, y en primer lugar es el arte con el que quieren convivir.
S.- ¿se puede vivir del arte hoy en día?
Sí, pero hay que entregar tu vida entera y tener talento y suerte. Hay otras maneras, pero tienen menos que ver con el buen arte y son infinitamente menos interesantes.
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