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{ENTREVISTAS}

'Llámalo leer, o de otra manera, pero, sí, la inteligencia es sexy'

Paloma Bravo, autora de 'La novia de papá', publicará en primavera su próxima novela

Paloma Bravo es periodista y escritora y, sobre todo, una apasionada lectora, su primera vocación. Sobre la calidad informativa actual cree que convive un mayor criterio con actividades alejadas de la profesión a las que se denomina erróneamente de la misma forma. Sobre su vena escritora apunta a los libros, de los que asegura que ha aprendido sobre ella misma y sobre los demás. Y regresa de nuevo a la idea de leer cuando habla de escribir, para hacerlo bien hay que leer y vivir. Entonces Caver o Cheever aparecen como ejemplos. Con su novela, 'La novia de papá', cambió la imagen de las madrastras y aunque asegura que los personanajes se le independizan durante el proceso creativo, Sol Beramendi, la protagonista de la historia le acompaña en su blog del diario El País./Javi Muro

 

Sponnful.- Periodista y escritora. ¿Qué vocación fue antes? O quizá, van de la mano…

La primera vocación, la verdad, fue la de lectora. Leer, leer y, luego, escribir. Pero mi sueño siempre ha sido que me pagaran por leer, y aún estoy en ello.

 

S.- Por partes, ¿Cómo periodista que diagnóstico haces de la profesión? ¿Se hace hoy buen periodismo?

Hace muchísimos años que trabajo en periodismo pero no de periodista, y no me gustaría hacer un diagnóstico desde dentro, como periodista, sino como ciudadana y, sobre todo, como consumidora de medios. Ahora se hace muchísimo periodismo bueno, malo y regular; y hasta se llama 'periodismo' a actividades muy lejanas de la ética de la profesión. El lado bueno es que hay más criterio, el lado malo es que nadie parece tener muy claro cómo vivir de contar lo que pasa, lo que afecta, de verdad, al ciudadano, lo que el poder no quiere que se sepa.

 

S.- ¿Hay más libertad para contar las cosas que pasan en los blogs de los diferentes medios de comunicación que en las propias páginas informativas de los mismos?

Las páginas informativas de los medios hacen una selección de contenidos que se puede o no compartir, pero que siempre es discutible. Sin embargo, en los blogs han seleccionado personas, gente que dice lo que quiere. Son formatos distintos, y, sí, seguramente los blogs son más libres pero no siempre eso los hace mejores.


S.- Por la otra parte, ¿Cómo empieza esa sensación –o incluso necesidad- de querer contar historias? Y ¿cuándo y cómo decides que vas a plasmar esas historias en una novela?

Yo he aprendido mucho en los libros, sobre mí, sobre los otros, sobre el mundo. Y también me he equivocado mucho viviendo. Y siempre he escrito porque, como mucha gente, tengo tendencia a repetir mis errores, así que me conviene ponerlos por escrito, “ficcionarlos” para digerirlos mejor. Un día me di cuenta de que tenía una novela y la duda fue si la publicaba o no. Lo dudé de verdad, porque mi escritura tiene mucho de terapia privada, pero al final creí que podía tener sentido para otros, y tuve la suerte de que Plaza&Janés, la editorial que elegí, lo creyó conmigo.


S.- ¿Qué importancia tiene leer para después sentir el deseo o la invitación a escribir?

Leer es vivir, leer es poder, leer es abrir puertas… Leer es entender, aprender, preguntar… Leer es también un ejercicio de empatía, de escuchar a los demás, y eso es básico para luego escribir: el oído, la curiosidad, el prestar atención al otro. Eso sí, yo he pasado mi fase existencialista, encerrada leyendo, pero creo que hay que hacer las dos cosas: leer y vivir.
S.-  Un tópico, ¿leer es sexy?

Llámalo leer, llámalo de otra manera, pero, sí, la inteligencia es sexy.

S.-  Corrígeme  si me equivoco, pero tanto en ‘La novia de papá’, como en ‘Tres mujeres solas’ o los post de tu blog, las relaciones de pareja –vistas desde diferentes perspectivas- tienen un gran protagonismo. Son la historia y, al mismo tiempo, el vehículo para describir un momento de la sociedad, realidades del día a día que igual van más allá de los grandes titulares, pero que incluso afectan –no tiene porqué se en negativo- más que esas ‘importantes’ noticias…

La vida es política y es amor, es a quien quieres y cómo te quieren. Un día descubrí a Carver, a Cheever, a Richard Yate, o, mucho más tarde, a Lorrie Moor; y todos esos autores anglosajones me demostraron que el contar la forma en que un tipo de una ciudad norteamericana se quita la chaqueta y saluda a su mujer al llegar a casa dice más sobre su sociedad, su tiempo y sus inquietudes que el mejor de los ensayos.



S.- ¿Cómo te planteas escribir una novela? ¿Eres consciente desde la primera línea la historia y el final o los personajes te piden que los lleves en direcciones concretas?

Depende. Yo empiezo y lo que me suele costar un poco es encontrar el tono, la distancia, la personalidad del narrador. Luego normalmente se me independiza y hace lo que le da la gana. Me pasa al escribir como en la vida, que no me gusta hacer planes.


S.- Tras cambiar la imagen de la madrastra, aquellas brujas de cuento de hadas por una “tía buena en todos los sentidos, lista e inmejorable”, tienes previsto abordar alguna nueva transformación de otros personajes con mala fama?

¿Tú crees que he cambiado la imagen de la madrastra? Espero que sí. Creo que he sido, en la realidad y en la ficción, una madrastra esforzada pero resultona. La verdad es que no lo había visto así, pero, en este tiempo en que vivimos, los personajes con peor fama son políticos, banqueros y poderosos en general; y no, no me interesan para la ficción; me interesa mucho más la gente.


S.- La protagonista de ‘La novia de papá’, Sol Beramendi, sigue de alguna manera contando su historia a través del blog. ¿Qué hay de Paloma en Sol o viceversa?

Siempre digo que Sol es la mejor versión de mí, pero no sé si ella estaría de acuerdo. Sol es irónica y vulnerable como yo, pero es infinitamente mejor, no lo dudes.


S.-  Alguna vez has comentado que te gusta poner literatura en la vida y vida en la literatura, ¿Hasta qué punto se mezclan o conviven en el día a día de una escritora?

Se mezclan todo el rato. Yo no puedo vivir sin leer ni sin escribir. Lo que sí que he conseguido es que la lectura no me afecte en la escritura: cuando estoy escribiendo tengo mucho cuidado con lo que leo, lo aparto para que la escritura sea mía.
S.- “Prefiero vivir que twittear”. Una declaración de intenciones hoy en día. Y una postura a destacar en una persona que sabe moverse en los nuevos campos de las relaciones sociales vía internet  -sea facebook, twitter, blogs o publicación de tus novelas en formato ebook-, pero que pareces conceder la importancia justa a cada cosa, ¿no?

Ojalá supiera, yo solo lo intento. Facebook me sirvió en su día para encontrar gente a la que había perdido la pista, y twitter me parece una magnífica herramienta de comunicación, pero… Pero me agota. Yo no tengo opinión sobre todo, como muchos tuiteros; ni creo que lo que desayuno o con quién me tomo copas sea relevante para la gente de twitter. Twitter, las redes, la comunicación en general, tienen que ser una herramienta, pero no un fin, y veo mucha gente más preocupada por su 'yo' social, su número de seguidores, su klout y sus RT’s que por hacer y construir.


S.- En alguna ocasión también te he leído describir este momento como ‘tiempos despiadados’, ¿merece la pena seguir creando hoy en día? ¿No hay demasiados obstáculos?

Hay muchísimos obstáculos, pero no hay alternativa. Hay que seguir: haciendo, creando, construyendo, luchando… Este no es el mundo que nos merecemos, pero nadie nos lo va a traer a la puerta de casa, lo tenemos que crear nosotros. Yo, desde luego, no voy a morirme quieta.


S.- Creo que estás trabajando en una nueva novela... ¿alguna pista? …

¡La tengo terminada! Se publica en primavera, también con Plaza&Janés, y tiene poco que ver con 'La novia de papá'. Quizá solo se parezcan en el formato: el realismo, la abundancia de diálogos, los capítulos cortos… Pero es una historia más dura y también más actual.



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