{ENTREVISTAS}

'Me gustan las historias que me explican como ser humano'

Javier Cámara trabaja ya en su próxima película 'La vida inesperada', de Jorge Torregosa

Javier Cámara asegura que salió de Albelda -su pueblo- más con la idea de encontrarse a sí mismo que con la de encontrar un futuro. El teatro, el disfrute de actuar, lo conoció en la escuela de teatro de Logroño pero no fue hasta su llegada a Madrid cuando fue consciente de haber iniciado su trabajo como actor. 'El Caballero de Olmedo', sobre las tablas y 'Rosa rosae' y 'Alegre ma non toppo', en el cine de la mano de Fernando Colomo ejercieron de carta de presentación. Después llegaron 'Torrente', 'Lucía y el sexo', 'Hable con ella', 'La vida secreta de las palabras' o 'Los girasoles ciegos', entre casi una treintena de títulos. Es decir, ha trabajado con algunos de los directores más considerados del país: Segura, Medem, Almodovar, Coixet o Cuerda. Entre medio quedan sus personajes en series televisivas como 'Ay señor, señor' y, sobre todo '7 Vidas', una de las ficciones españolas de la pequeña pantalla más prestigiosas. Acaba de estrenar, 'Una pistola en cada mano', de Cesc Gay, y ha rodado su tercera película con Almodovar 'Los amantes pasajeros'. Ahora trabaja ya en el proyecto 'La vida inesperada', que dirigirá Jorge Torregosa./Javi Muro

Spoonful.- Actor… ¿Sigue apeteciendo hacer cine o teatro? Lo digo porque parece que hay una realidad exterior que supera toda ficción, ¿no?

La ficción puede acercar esa realidad o alejarla o deformarla o distanciarla o destrozarla o alimentarla..o..  El artista se debe a su tiempo, aunque cuente historias tan personales o tan atemporales siempre estará empapada su ficción del tiempo que vive. Y esa historia la cuenta para gente que cohabita con él.

S.- En ocasiones da la impresión de que los mejores guionistas han sustituido a los periodistas en los periódicos…

Se cuentan algunas historias mejor en la tele parece … ¡que paradoja! Ahora, mas que nunca, la tele te cuenta en Las Noticias la realidad distorsionada al mejor postor/espectador. Si, es curioso.. pero gracias a ciertos escritores en EEUU se está reivindicando la ficción en la televisión. ¡Ojalá cruce océanos!

S.- Y centrándonos en la ficción… ¿Qué historias te gusta interpretar?

Cualquier historia es un reto. Las mas sencillas asustan por su complejidad. No puedes amilanarte con ellas, hay que tratar toda historia desde un prisma de respeto, ilusión y entrega. Si te acompañan los mimbres ideales, miel sobre hojuelas. Me gustan cada vez mas las historias que me explican como ser humano, que me emocionan, que necesito contar. A veces a las historias no las buscas, te encuentran ellas.

S.- ¿Y el escenario te es indiferente? ¿Te preparas igual para rodar cine o televisión o para interpretar un personaje de teatro?

Igual. Quizá incides en la técnica de cada situación. Preparar mas la voz, la expresión, el fisico según el proyecto. Pero la base es igual.
S.- Hoy las series de televisión han alcanzado –al menos algunas- un estatus casi de culto. Tú has trabajado desarrollando personajes en ficciones televisivas…¿Qué tienen ahora las series que nos ha costado tanto tiempo reconocer? ¿Qué te han aportado a ti?

¿Qué series han alcanzado ese estatus? Pocas. Imagino que en mi caso '7 Vidas' ha marcado alguna tendencia. Pero cuesta mucho hacer televisión y sobretodo cuesta mucho que las televisiones confíen ahora en un producto varias semanas. Y esa pescadilla se muerde la cola. Las productoras se matan por quemar todos los barcos en capítulos iniciales y en mostrar demasiadas cartas a un espectador al que muchas veces  ningunean y tratan de imbécil. Yo he participado en algunas, no me salvo. También la comparación es odiosa. He estado recientemente en EEUU y he visto televisión espantosa también allí… y bastante. Allí tienes que pagar para ver las buenas series.

S.- ‘7 VIDAS’ consiguió cotas impresionantes en aquel momento… ¿Cuál fue el secreto? Aparentemente había una atmósfera de gran complicidad entre los personajes/actores...

La había. Y un grupo de guionistas con ganas de hacer sitcom (Comedia de situación) un género muy habitual en otros países y que aquí no fraguaba. Se consiguió a fuerza de saltarse el género, hacer capítulos larguísimos y  trabajar muchas horas. '7 Vidas' fue un aprendizaje para muchos. Pero Amparo Baró ya había hecho hace bastantes años algo muy parecido y ¡en directo!

S.- ¿Absorbe demasiado un personaje de televisión?

¿En que sentido… ? No, creo que no…  quizá permanece durante mucho tiempo en el inconsciente colectivo y en el consciente también... eso si has tenido la suerte de estar trabajando varias temporadas... y si ha sido así, pues también has ganado dinero y has trabajado y aprendido mucho en un plató. Creo que hay otros trabajos que absorben mas.. Seguro te vienen algunos a la cabeza... o a las manos.

S.- En el cine –corrígeme si me equivoco- trabajaste por primer vez en ‘Rosa Rosae’ y ‘Alegre ma non troppo’, películas de Fernando Colomo… ¿Qué recuerdas de aquellas experiencias?

Recuerdo torpeza por mi parte e inmensa paciencia por parte de Fernando. Él fue el que me llamó después para 'Ay, señor señor'. De hecho el fue el primero que confió un primer trabajo en mi. Agradecimiento sin fin. Eso no se olvida nunca.

S.- Después llegaron ‘Torrente’, ‘Lucía y el sexo’, ‘Hable con ella’ o ‘La vida secreta de las palabras’. Segura, Medem, Almodovar y Coixet… ¿Qué percepción tienes de haber trabajado con este poker de directores? ¿Qué sacaste de cada uno? ¿Cómo los definirías y diferenciarías?

Cuantas preguntas en una, ¡¡ladrón!! Mi conclusión es que he aprendido mucho de mucha gente. De ellos muchísimo, desde luego. Pero a veces se aprende de las malas experiencias. Las buenas se disfrutan, y con esos directores que citas he disfrutado mucho. Mi percepción es que soy un privilegiado que ni siquiera soñaba que podía haber conocido a estas personas. Los defino como creadores, artistas, inventores de mundos personales que conectan y empatizan con muchos lugares y con muchas gentes, dentro y fuera de nuestras fronteras. Personas inteligentes que saben que necesitan a mucha gente buena e inteligente como ellos para contar sus historias.
S.- Tu trabajo como actor ha sido reconocido con 5 nominaciones a los Goya y múltiples premios. ¿Qué importancia tienen para un actor esos reconocimientos?  Quizá prefieres escuchar cómo alguien recomienda una de tus películas…

Los reconocimientos te afianzan por un lado y te acojonan por otro. Los reconocimientos te dicen: Ya perteneces a esto, parece que has venido para quedarte, al menos te votamos porque este trabajo lo hiciste bien… esperemos que no fuera una casualidad… animo.. sigue esforzándote.

11.- ¿Con qué director con el que no hayas trabajado te gustaría hacerlo? ¿y actor y actriz?

Tantos y tantas! El próximo proyecto cumple al máximo mis expectativas, Nueva York con Raúl Arevalo, dirigidos por Jorge Torregrosa con guión de Elvira Lindo. Va a ser un precioso viaje, 'La Vida Inesperada'.

12.- ‘Una pistola en cada mano’ es uno de tus últimos trabajos. Cesc Gay realiza grandes retratos de la vida normal de las personas y los convierte en historias interesantes de ver. Nos hace cómplices y nos identificamos con los personajes. ¿Sentís eso también los actores que trabajáis con él?

Sí. Las historias que he contado a través de sus películas me han emocionado desde el primer momento que las leí. Como te decía antes, en los dos casos que he trabajado con él sus historias han venido a buscarme a mi.

S.- ¿Tienes la sensación de ‘aquí comenzó todo’ cuando regresas a Albelda, pasas cerca del instituto o de la antigua Escuela de Teatro de Logroño?

No. No es el lugar donde empezó todo. O al menos no conscientemente. En 'Teatro Pobre'  se sentaron unas bases de juego, luego en la Escuela de Teatro, cerrada por el PP en cuanto se hizo cargo del Gobierno, sentí creación, pero me sentía intruso, espectador, sin hacer... Albelda es el lugar de escape, el motor de la huida a otros paraísos porque mi paraíso se quedaba pequeño… No, en realidad, creo que fui consciente en Madrid, poco a poco, siguiendo el juego y la inconsciencia que traje desde La Rioja, tomándome poco a poco en serio el trabajo, la vida, las relaciones profesionales… teniendo la sensación que en cualquier momento, por cualquier circunstancia alguien sabio te pudiera agarrar de la camisa y te sacase del sueño descubriendo tu impostura. Esa sensación se calma con la adulación -absurdo, apunta- y la constancia en el trabajo -mejor opción, remarca-, pero el miedo siempre está por ahí.

14.- ¿Qué era ser actor para ti entonces? ¿Se ha cumplido?

Ser actor era igual que ser maestro o obrero de la construcción, yo quería irme y me fui empujado por Fernando Gil y por el cierre de la escuela de teatro. Unos fueron a Madrid otros a Barcelona, otros se hicieron técnicos del Bretón (teatro logroñés) y lo compaginaban con la profesión. Yo decidí ir a Madrid pero empujado por una desazón más de encontrarme a mi mismo que de encontrar un futuro que anhelaba. De hecho llegó desde la impostura y la irrespetuosidad a veces. Lo que pasa es que en la RESAD (Real Escuela de Arte Dramático de Madrid) me emocioné. Sentí que mi vida transcurriría por alguno de esos caminos. Actor, técnico teatral, o llevando cafés a los directores… pero  allí algo se abrió dentro de mi. Mi pulsión, la mía. Ganas de seguir aprendiendo. Años fructíferos que ahora recuerdo con nostalgia...Y eso me pasó en Madrid…