5195
{ENTREVISTAS}
'No sólo la educación en materia de Arte está mal planteada, sino que está desapareciendo'
Manuel Aragón preside Casa de las Musas, celebra 'Exposiciones habladas' en Mujeres en el Arte
Casa de las Musas tiene como meta dar espacio a los artistas para desarrollar sus procesos creativos. En el año 2013 se registró como asociación sin ánimo de lucro y actualmente cuenta ya con 174 miembros. Manuel Aragón es su presidente e impulsor. Una visita al centro Tabacalera de Lavapiés en Madrid le hizo ver la luz y empecinarse en que su ciudad, Logroño, tuviera algo similar. En septiembre Casa de las Musas celebrará elecciones para constituir la Junta y seguir dando pasos adelante. En lo más inmediato, mañana jueves celebran la segunda edición de ‘Exposiciones habladas’, dentro del Festival ‘Mujeres en el Arte en La Rioja’. Una actividad que reúne a seis artistas de diferentes trayectorias y disciplinas para poner en común su trabajo, compartiendo sus vivencias, sus logros y dificultades. A través de ‘Exposiciones habladas’, Casa de las Musas pretende descubrir la mujer detrás de la artista.
Apunta Manuel Aragón que la mayoría de los miembros de Casa de las Musas son artistas, pero también cuenta con gestores culturales, estudiosos del arte y algunos colectivo relacionados con el arte contemporáneo. “La asociación tiene como objetivo último –describe- la creación de un centro de creación artística en La Rioja. Espacios como el que queremos poner en marcha existen ya en otras ciudades y pensamos que en La Rioja también puede y debe habar uno”. Tal y como detalla el presidente de Casa de las Musas, “sería un lugar donde los artistas pueden ir a trabajar y a poner experiencias en común, con lo cual al mezclar distintas personalidades, vivencias y disciplinas lo que surge es muy interesante y enriquecedor”. Además, resalta Aragón, “también tiene como objetivo acercar el arte contemporáneo a la ciudadanía”.
Y es que los responsables de Casa de las Musas aprecian que el acercamiento al arte contemporáneo no resulta sencillo para el público. “Es algo difícil de aprehender y además no hemos recibido formación ni nos han enseñado nada al respecto. Por ese motivo, una parte importante de la gente no lo entiende; lo que es normal”. Desde ese convencimiento, explica Manuel Aragón, “planteamos ese doble objetivo, que el centro sirva para que los artistas desarrollen su trabajo, pero también para que los no artistas puedan acercarse a estar en contacto con esos artistas. Queremos que los creadores sean los que expliquen a la gente porqué hacen las cosas, cómo y para qué. Queremos que al observar el proceso creativo de una obra puedan comprenderla mejor y disfrutarla”.
Ambos aspectos son las matas principales, hay muchas más. Por ejemplo, ser matriz de innovación y experimentación, apoyar la profesionalización del arte a través de las industrias culturales y creativas, relacionar a los creadores entre ellos y con otros a nivel nacional e internacional, acercar el proceso creativo a la sociedad y formar en arte tanto a los artistas como a la sociedad.
Manuel confirma el origen de Casa de las Musas. “Surgió después de una visita al centro Tabacalera de Lavapiés, en Madrid. Fue en septiembre de 2012 y me fascinó la mezcla de orígenes, edades, disciplinas artísticas… Me dije, esto tengo que llevarlo a Logroño. En realidad, lo que estamos intentando desarrollar no es igual a lo que existe en Tabacalera, tiene cosas en común, pero otras muchas distintas. Por ejemplo, antes de contar con el centro ya vamos a realizar con Max –artista local- una serie de visitas a colegios para tratar de acercar el arte contemporáneo a los chavales, que tengan esa información y formación desde pequeños. Así, tratamos de generar un interés por el arte contemporáneo que ahora mismo no existe”. Considera, el coordinador de Casa de las Musas, que en un futuro “esos niños podrán ser consumidores de arte contemporáneo y puede que, incluso, artistas”.
Como resalta la declaración de intenciones de la asociación, el planteamiento asumido pasa también por dinamizar la vida cultural de la ciudad. “Por supuesto –recuerda Aragón- el centro estará en red con otros espacios similares que ya existen en España y en el resto del mundo, lo que nos permitirá traer a personas y obra de fuera y llevar a los artistas locales y sus obras a otros lugares para que se den a conocer”. La idea es establecer un movimiento de ida y vuelta de artistas y de obras. “Estamos convencidos –indica- de que servirá, al mismo tiempo, para potenciar y apoyar la vida creativa en La Rioja”.
Manuel reflexiona sobre la idea de que la gente tiene cierto temor a entrar en las salas de exposiciones, dudan si van a entender el arte contemporáneo. “Como apuntaba antes creo que la gente no entiende el arte contemporáneo, pero es algo lógico. Hace falta un mínimo de formación. Es más difícil de entender que el arte clásico. Si no hemos recibido esa formación es normal que la gente tenga cierto miedo”. Lo que sí tiene claro el director de Casa de las Musas es que esa labor formativa no corresponde realizarla al artista, “sino al sistema educativo, pero ya vemos cómo vamos, más hacia atrás que hacia adelante en estos aspectos. Creo que el artista es una persona que se está expresando a través de un medio. No creo que sea su labor explicar al público su obra. Tampoco creo que sea el artista quien tenga que educar al público en materia de arte contemporáneo”.
Aun así, Manuel reconoce que es cierto que “con nuestro planteamiento en la Casa de las Musas ofrecemos al artista la posibilidad de que ayude a la gente, porque cuando vengan a hablar con él y les explique las razones de su proceso creativo saldrán con mayor información para acercarse a la obra. Aun así, no creo que sea su responsabilidad, pero sí que está en la mano de los artistas hacer algo, de ayudar al visitante”.
De alguna manera, el presidente de Casa delas Musas entiende que el artista ya realiza esa labor en las inauguraciones y en las visitas comentadas. “No se trata de entender que ha querido decir el artista con su obra, porque una vez que la obra está terminada y expuesta la relación entre la obra y el público viaja ya a parte de lo que el artista ha querido decir. Y esa percepción bien entendida está, porque lo importante es lo que sugiere a cada uno”. Añade Aragón que “cuando hablo de entender el arte contemporáneo me refiero a perder el miedo a acercarse a una obra o a una exposición. Es la diferencia entre ver cuatro rayas en un cuadro y descubrir al artista ha estado reflexionando previamente sobre un determinado tema antes de plasmar esas cuatro rayas y que la obra cobre un sentido”.
Desde esa filosofía, surge de nuevo el debate sobre la idoneidad del programa educativo en materia de arte. ¿Es positivo comenzar por los clásicos o sería mejor iniciar la formación desde el arte contemporáneo, con la presencia de artistas vivos, e ir retrocediendo en el tiempo sirviéndose de sus referencias. “Sería –dice Manuel- una forma más atractiva y quizá más interesante para llegar después hasta los clásicos”, pero insiste, “no sólo creo que la educación en materia de arte está mal planteada sino que está desapareciendo. En el siguiente plan, el Arte desaparece. Lo que prima son las cuestiones técnicas y las humanidades desaparecen, entienden que la filosofía y el arte no sirven para nada”.
El presidente de Casa de las Musas pone el ejemplo de Grotesque, la muestra de arte contemporáneo que cada año se desarrolla en la Sala de la Escuela de Arte y Diseño de La Rioja. “Resulta que es una de las más visitadas del centro. ¿Por qué si es arte contemporáneo? Pues porque es divertida, más allá de que unas obras sean más comprensibles que otras y de que unas tengan más calidad que otras, es divertida”.
El proyecto Casa de las Musas tiene también como meta mostrar arte. “Casa de las Musas se plantea el proceso creativo desde el origen hasta la final. La idea es que podamos acoger también exposiciones en el centro. Me refiero al centro cuando sea el espacio que queremos. El local que tenemos ahora –situado en la plaza del Parlamento- es provisional”. En los Presupuestos Participativos de 2015, en la lista del Consejo Social que reúne las propuestas para toda la ciudad, el Centro de Creación Artística fue la número uno. “Lo que pedíamos era un espacio adecuado. El Ayuntamiento nos ofreció este porque lo tenían libre. Es una espacio que está muy bien situado, pero realmente para cumplir los objetivos que buscamos se queda pequeño. Sí que es cierto que el Ayuntamiento nos ha ofrecido otros espacios y que el centro no tiene por qué ser un espacio físico. Ahora mismo, Casa de las Musas tiene una exposición en La Gota de Leche y en enero expusimos en la sala de Caja Rioja en Gran Vía. Es decir, podemos ir haciendo cosas aprovechando los espacios que ya existen en la ciudad”.
Entre los puntos de implicación de la asociación se encuentra, y subrayada en rojo, la profesionalización. “Tenemos claro que ser artista es una profesión”. La pregunta que se plantea a partir de esa determinación es si crear una industria cultural es posible. “Es posible si se trabaja. Si existe voluntad por parte de todos es posible, luego hay que añadirle esfuerzo y trabajo. La inversión se puede hacer poco a poco. No hace falta construir un Guggenheim para lograrlo. Además, está claro, viendo la evolución de otros sectores productivos en los últimos años que lo que nos queda es apostar por el sector terciario para el desarrollo de la región”. En opinión de Manuel Aragón, es preciso “relacionar la cultura con el turismo. No es sólo creación, es una industria que incluye producción, iluminación, montaje… es una industria que no sólo afecta al artista”./Javi Muro
LO MÁS LEIDO
Suscripción a la Newsletter 