5452

{ENTREVISTAS}

Sentir a modo de ver y la verdad como una mentira colectiva

Ana Montiel expone 'Fields' en la Sala Amós Salvador de Logroño en su 30 aniversario

Si accedes al interior de ‘Fields’ aceptas las condiciones. De alguna manera eliges entre la píldora azul y la roja. Ya sabes: “Esta es tu última oportunidad. Después de esto, no hay vuelta atrás. Toma la píldora azul y el cuento termina, despiertas en tu cama y creerás lo que quieras creer. Toma la píldora roja y permaneces en el país de las maravillas y te mostraré qué tan profundo llega la madriguera. Recuerda, todo lo que estoy ofreciendo es la verdad, nada más”. ‘Fields’ es el título de la exposición de la artista logroñesa Ana Montiel. “Más que de observar -resalta- ‘Fields va de sentir”. Y es que Ana comparte con Neo y Morfeo la idea de que “de algún modo lo que creemos que es real no es más que una ilusión colectiva que compartimos. Nuestros ojos son microordenadores que a partir de estímulos están inventando cosas que envían a nuestro cerebro. Me parece una locura, pero también algo sobre lo que reflexionar".

 

Una vez suscrito el reto y ya en el interior de la Sala Amós Salvador, el color de las obras que componen ‘Fields’ inician un incesante bombeo de ideas e imágenes. Los sentidos aceleran su actividad abrumados por las insinuaciones cromáticas y formales. “El proyecto ‘Fields -describe Montiel- más que de ‘campos’, que sería su traducción literal, hace referencia a los campos energéticos. Apunta a la idea de ya no somos materia, sino que nuestros átomos son como huracanes de energía. Si multiplicamos ese concepto por la cantidad de células que tenemos somos con trescientos trillones de huracanes de energía”. La artista recuerda que teorías similares a las que ahora maneja la Neurociencia ya aparecía reflejadas en el budismo o el hinduismo hace miles de años. Desde ese punto de vista, Ana Montiel, señala que le resulta complicado referirse a sus obras como piezas, “para mí lo importante es lo que percibes a través de ellas y no si están acabadas en lienzo o en metacrilato”. 

 

Si el visitante acepta el desafío planteado a través de ‘Fields’ disfrutará del lenguaje visual de Ana Montiel, un lenguaje moderno, conceptual y colorista que le llevará a alcanzar una percepción propia. Quizá reciba el mensaje de que la idea de realidad ya no es aplicable, que es preciso abrirse a los sentidos y confiar en los estados alterados de apertura o escuchar los ecos del futuro. Quizá, por el contrario, sienta todas las realidades coexistiendo para siempre, se adentre en territorios inexplorados o disfrute de la ilusión de la dualidad de tiempo y espacio. Y es que la artista logroñesa reside en la experimentación plástica, alejada del concepto de materia y no sólo porque su trabajo está realizado por medios digitales, sino porque tiene como herramientas básicas: los estados alterados de conciencia; la metafísica; el concepto budista de impermanencia; la filosofía fenomenológica; o las filosofías orientales como las que encontramos en los Upanishads hinduistas. Desde ahí, Ana persigue aproximarse a los límites más esquivos sobre la verdad y la vida. “La vedad -como puede leerse junto a una de sus obras- como una mentira colectiva”.

Ana Montiel (Logroño, 1981) inició su educación artística en Logroño, en la Escuela de Artes y Oficios de Logroño (Actual ESDIR), donde cursó Bachillerato Artístico. Posteriormente se desplazó a Barcelona a estudiar Bellas Artes y en allí comenzó su carrera profesional como creativa, montando su propio estudio. Tras varios años de trabajo en la capital catalana cambió su residencia a Londres donde comenzó a trabajar con importantes empresas a nivel internacional. Actualmente vive en México, desde donde desarrolla su trabajo artístico personal y de dirección de arte para otros clientes, sobre todo de Estados Unidos.

 

El trabajo de la artista riojana ha sido publicado en medios como The New York Times, subastado en la casa Christie’s y expuesto internacionalmente en ciudades como México, Hong Kong, Los Ángeles, Londres o Tokyo. Ha realizado colaboraciones con importantísimas empresas de todo el mundo, entre las que cabe destacar su reciente trabajo con la compañía Apple para vestir el nuevo iPhone X -probablemente estés contemplando una obra de Ana Montiel al activar tú móvil- con varias obras de su serie ‘Fields’. Su labor de dirección creativa es extensísima y abarca desde trabajos gráficos hasta la conceptualización de escenas en películas de ciencia ficción para Hollywood. Con el mundo editorial mantiene una relación constante con trabajos para revistas tan relevantes como Architectural Digest, Rolling Stone Magazine, o la serie de libros que escribió e ilustró para el grupo editorial Quarry Books. Los reconocimientos que ha recibido su trabajo son numerosos, pero cabe destacar, por ser el último concedido hasta la fecha, la prestigiosa beca de creación artística otorgada por The Rockefeller Foundation de Nueva York.

 

Un currículum que ha llevado -tal y como comentó la concejala de Cultura, Pilar Montes- a elegir la obra de Ana Montiel para celebrar el 30 aniversario de la Sala Amós Salvador, dentro de la iniciativa Cultural Rioja, un proyecto promovido por El Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Logroño. “Ana es una artista que refleja -describió Montes- los valores de la propia sala. Por un lado, es una artista riojana, de Logroño, a la que suma su condición de joven y su gran trayectoria. Ana y la Sala Amós Salvador, la sala del arte contemporáneo por excelencia en La Rioja y un referente y con un gran prestigio a nivel nacional, son una combinación perfecta para celebrar el aniversario”.

Ana Montiel detalla que en su afán de no dejarse capturar por el estado de confort -lo que le lleva a probar nuevos alimentos o utilizar colores con los que no se lleva bien- trabaja a trasladar su obra a entornos de realidad virtual. “Creo que tiene que ver -explica- con mi manera de entender la vida, son mis desafíos y es lo que me hace vivir”. Ahora, tras dejar atrás Reino Unido, vive en Méjico y reconoce que el país influye en su obra. “Mi vida y mi obra transitan en paralelo. Méjico lo que más ha hecho es nutrirme de estímulos y colores. Además, ha sido muy importante el trabajo espiritual que he realizado allí. Es algo que me ha marcado y que me ha hecho mella. Además, el que no haya invierno ha sido muy positivo -bromea- estaba muy cansada del invierno de Londres”.

 

Esos estímulos que menciona Ana se traducen en un acto de creación puro donde la artista considera que los sentidos, “aun siendo los receptores que nos permiten percibir el entorno, inventan el conocimiento a partir de parámetros externos. De este modo, deduce, que los colores como tales no existen, puesto que podemos conceptuarlos simplemente como vibraciones energéticas que nuestro cerebro traduce en tonalidades”. Algo que la artista considera mágico y que da pie a una extensa reflexión que culmina en las obras que componen ‘Fields’”. Si desde el centro de la Sala giras sobre ti mismo quizá compruebes como las preguntas que plantea Ana Montiel surgen desde el color y te alcanzan. Son la expresión de las ideas; el tiempo devaluándose, la creación a modo de percepción, la luna interior, es sentir a modo de ver, el silencio escribiendo su propio lenguaje, los desconocido deviniendo en intimidad; es, al final, la disolución de las ideas y, por supuesto, es adentrarse en la madriguera./Javi Muro.

 

 



Autor: Javier Muro

Suscripción a la Newsletter Enviar