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{ENTREVISTAS}
Todos miran mientras el artista dibuja cosas que no existen
Carlos Corres participa en 'Curioseando Artistas', la propuesta de PeepArt Project en Actual 2016
Encerrado en el interior del estudio en miniatura y observado por los ojos que se acercan a las mirillas que perforan sus paredes, Carlos Corres eleva la mirada hacia un cielo que no puede ver. Afuera, en la calle, la lluvia cae insistente y poderosa. “Me parece extraordinario que con la que está cayendo –el cielo parece haberse quebrado sobre Logroño- la gente se acerque a verme dibujar”. Corres es el tercer artista que acepta el reto de pasar una jornada desarrollando sus procesos creativos dentro de una gran caja blanca, cuyas paredes está recorridos por pequeños agujeros que permiten observar al artista en pleno trabajo. El desafío se denomina ‘Curioseando Artistas’ y lo plantea PeepArt Project, dentro del marco del festival Actual.
Tras un instante inicial en que se ha sentido extraño fuera de su lugar de trabajo habitual, rápidamente se ha dejado llevar por el proyecto que tiene entre manos y la presencia de las miradas curiosas ha pasado inadvertida. “Del alguna manera –apunta- no es tan diferente de la sensación de ser observado cuando pintamos –con el plural se refiere a su pareja artística en Globartia, Carlos López Garrido- un mural en la fachada de un edificio; quizá aquí las miradas tienen algo más de voyeur”. En definitiva resalta que se trata de comunicar el trabajo del artista y “en ese sentido me siento muy cómodo”.
Situadas a diferentes alturas, las pequeñas mirillas permiten seguir la labor de Carlos Corres. Ha elegido unos platos de cartón gris como soporte de sus dibujos. Mientras realiza pruebas de color aclara que el proyecto nada tiene que ver con la gastronomía, “el soporte es tan sólo una excusa”. Apunta más bien a una reflexión sobre la vida o al hecho de haber alcanzado una edad en la que le apetecía recapacitar. “He llegado a un punto en mi vida –describe- en que necesitaba echar una mirada atrás y enseñar a la gente todo lo que he ido cultivando desde que era pequeño”. Recuerda que se carrera artística ha estado definida por la pintura. “Ahora –reitera- me ilusiona y me divierte generar en el espacio en blanco formas; hago lo mismo que un niño pero con el bagaje de la experiencia acumulada”.
Habla Corres de sensación de libertad. “Todo lo que no he podido utilizar en la pintura lo puedo emplear ahora”. Y es que un vistazo al interior del estudio de ‘Curioseando Artistas’ parece constatar que Carlos ha recuperado el estuche del colegio. Pequeñas cajas de cartón acogen lapiceros de colores, rotuladores de diferentes tipos y grosor, ceras, bolígrafos y espráis. Con la mano firme traza sobre uno de los platos unas líneas que conectan con una espiral remarcada con antelación. Mientras, una pareja comparte y comenta a intervalos una de las mirillas y dos chicas jóvenes observan al artista desde la pared frontal de la caja. “Esa es la idea de ‘Curioseando Artistas’ –recuerda Marina Pascual, la directora de la actividad-, acercar el arte a las personas a través del conocimiento personal de los artistas y sus procesos creativos”.
En el interior, Carlos Corres no oculta que disfruta de su trabajo. “Me divierto creando sinergias a través de las líneas y los colores”. Al observar detenidamente la serie de platos ya concluidos, la imaginación conecta con la obra de Corres y percibes geografías, mapas que podrían ser de islas aún por descubrir, ves ríos y curvas de nivel; recreaciones de piezas de la antigua Grecia, logos publicitarios, nubes, radiografías o incluso el plan trazado para llevar a cabo una expedición imposible a algún lugar inexistente. “Parecen mapas u otras cosas, pero no lo son –explica Corres-, son la relación de ideas o momentos del día, son segundos y sensaciones que me permiten ir construyendo algo que no existe sin una forma concreta. Es un reto, un divertimento, es un invitación a leer un poco más y un poco más allá de los que nos cuentan, se trata de ir un poco más allá de esa convocatoria a comprar algo”.
El artista devuelve por instante la mirada hacia los pequeños orificios desde los que le observan y reconoce sentir la vibración de la comunicación. Concluye la conversación con el deseo del artista de que la gente que está siguiendo cada trazo suyo sobre uno de los platos comprenda qué es lo que hace y porqué… seguimos curioseando artistas…/Javi Muro
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