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{CULTURA / CINE}

'Digamos que la televisión que hago es un poco más comercial que mis películas'

El director Francis Leclerc habla de su obra más personal 'Pies desnudos al amanecer'

Francis Leclerc es un cineasta, guionista y montador québécois nacido en el año 1971 y licenciado en Comunicación por la Universidad Laval de la ciudad de Québéc. Al finalizar sus estudios se traslada a Montreal donde inicia una activa trayectoria como realizador de videoclips para bandas y artistas quebequenses de la escena musical de la década de los noventa, que combina con la realización de comerciales para la televisión. También para el medio televisivo escribe y dirige series y películas con el aplauso del público.

 

Su experiencia como cineasta para la gran pantalla recoge una filmografía de más de cuarenta cortometrajes y cuatro largometrajes entre los que destaca su trabajo más reciente, ‘Pieds nus dans l’aube, adaptación de una novela autobiográfica de su padre, Félix Lecrerc, poeta, escritor y cantante muy querido y respetado entre los québécois y símbolo de la identidad cultural de este territorio francófono.

 

De título poético, ‘Pieds nus dans l’aube’ (Pies descalzos al amanecer) nos invita a vivir una aventura cinematográfica a través de los ojos de un niño, Félix Leclerc, cuando contaba con doce años y disfrutaba de una apacible infancia en el pequeño pueblo de Mauricie rodeado de los suyos. Félix es un niño inteligente, sensible y empático que cuenta con el amor de unos padres entregados, Leo y Fabiola, que lo atienden con verdadera entrega y dedicación. Su amistad con Fidor, un niño de su edad con escasos recursos económicos, despertará en él inquietudes sociales que lo enfrentan a una realidad del mundo hasta ahora desconocida para él.

 

‘Pieds nus dans l’aube’ se estrena en Logroño el viernes, 15 de marzo a las 20:30 horas en los cines 7 infantes. Englobada dentro del IV Ciclo de cine quebequense, coordinado por CINECLUB elarrebato y la Oficina de Québéc en Barcelona, Francis Lecrerc nos ofrece una obra sutil y pausada que consigue emocionar a todo tipo de públicos./Isabel Ribote

 

Con motivo del pase de su película en distintas ciudades españolas charlamos con Francis Lecrerc, para adentrarnos en su obra y conocer más detalles de un tipo de cinematografía que nos apasiona.

 

En primer lugar, queremos darle la enhorabuena por este trabajo intimista y delicado. 

 

S.- La película adapta una novela autobiográfica de su padre, el gran músico y escritor quebecois Félix Lecrerc. ¿Existen en ’Pieds nus dans l’aube’ aportaciones añadidas por Usted, más allá de lo que cuenta la propia novela?

Hicimos varias modificaciones. De los 20 capítulos de la novela, quise poner quizás una decena de ellos. Para obtener un incremento dramático, creamos nuevas escenas, como por ejemplo, la muerte del caballo y el hecho de que Félix y Fidor encuentran el cuerpo de la chica ahogada. La novela discurre de manera no cronológica. Para la película decidimos hacerlo en orden cronológico, sin utilizar flashbacks u otros procedimientos.

 

S.- Hasta el momento ‘Pieds nus dans l’aube’ puede considerarse su trabajo más personal. ¿La semilla del proyecto nació como homenaje a su padre o por la propia calidad y calidez de la historia?

En un primer momento me atrajo la calidad de la novela. La leí a los 17 años y me quedó grabada. Es la obra de mi padre que más me emociona. Hasta ahora es la película más personal de todas las que he hecho. ¡Si hubiera querido hacer un homenaje a mi padre, probablemente hubiera hecho una película sobre sus principios en el Paris de los años 50!

 

S.- En ‘Pieds nus dans l’aube’ los ritmos son pausados, la fotografía evocativa y los diálogos profundos, humanos y didácticos. ¿Cómo se aborda, desde la celeridad de un set de rodaje del siglo XXI, un proyecto como este? ¿Cuánto tiempo transcurrió desde la semilla del proyecto hasta su estreno en salas? 

Con 20 años me dije que, si continuaba haciendo cine hasta los 40 años, adaptaría una de las novelas de mi padre. A los 40 años empecé a preparar el guion de “Pieds nus dans l’aube”. 7 años más tarde estoy aquí en España con la película. He hecho 4 películas hasta ahora. 3 de ellas son películas de época (period movies). Para mí, hacer una película de época es como un viaje en el tiempo; tener la ocasión de ver la vida como en los años 20 es fantástico y único. Es mi segunda película que transcurre en los años 20.

 

S.- Las interpretaciones aportan veracidad al conjunto gracias al brillante trabajo de los actores. ¿Cómo fue su trabajo en la dirección de actores? ¿Existe una gran nómina de intérpretes en el panorama de Quèbèc?

Hay muchos talentos en Québec. Me gusta trabajar con los mismos actores durante varios proyectos. Roy Dupuis, Catherine Sénart y Guy Thauvette son habituales en mis proyectos. Para mí esta fidelidad es importante, tanto de los actores como del equipo técnico. Trabajo con el mismo director de fotografía desde que tengo 24 años.

 

S.-  En la cinematografía actual es difícil encontrar películas con el grado de sensibilidad de su obra dirigidas a públicos infantiles. ¿Podría considerarse que este film va dirigido a este tipo de públicos?

Atrae sobre todo a un público de 60 años y más. Por nostalgia, por amor a mi padre, esta generación se ha identificado mucho o identificado a sus padres a través de mi obra. Para un público joven, creo que esta película es demasiado lenta o demasiado seria en algunos momentos para que les guste, aunque a menudo hay niños o pre-adolescentes en mis películas. Me gusta trabajar con ellos. Como decía Truffaut, lo hacen todo por primera vez y es fascinante poder grabar esas nuevas emociones.

 

S.- En España, al igual que en el resto del mundo, las carteleras de cine están plagadas de propuestas estadounidenses en busca del taquillazo inmediato. ¿Cómo se enfrenta a esto un cineasta quebequense que, como Usted, trabaja desde un modelo de cine personal y alejado de lo comercial? 

Consigo ganarme la vida con la televisión. He hecho muchas series televisivas en Québec desde hace 15 años. Hago una televisión accesible, pero al mismo tiempo sensible. Los proyectos que no me gustan no los hago. Algunas series han tenido mucho éxito. Digamos que la televisión que hago es un poco más comercial que mis películas.

 

S.- El cine es una potente herramienta con la capacidad de traspasar fronteras y reivindicar la identidad de un territorio o nación. ¿Es este uno de los objetivos de su amplia filmografía?

Cuando escribo una película no pienso en eso. Creo que ello sería una equivocación si se escribe una película con el objetivo de presentarla a nivel internacional. Cuanto más personal es la película, más oportunidades tiene de traspasar fronteras. Uno debe disfrutar y pensar un poco en su público (en mi caso me dirijo a los quebequenses) y si la película acaba viajando y presentándose en otros países, mucho mejor.

S.- ¿Cómo definiría el momento actual del cine hecho en Québéc?

Hay muchos candidatos, pocos elegidos. Hay una bonita generación de cineastas que crecen, se desmarcan. Somos muchos. Los más imaginativos consiguen destacar. También tienen que ganarse la vida: los que hacen otras cosas además de sus películas tienen más oportunidades de continuar en el medio. Creo que la televisión de calidad es un medio excelente para continuar trabajando en nuestra profesión. Tenemos la suerte de poder hacer mucha televisión de ficción de calidad en Québec: pienso que esta televisión ha remplazado un tipo de cine que siempre me ha gustado: contenidos accesibles pero no necesariamente fáciles. Emocionar a más de 1 millón de espectadores con nuestras historias tiene mucho valor (en una población de 8 millones!)

 

S.- Por último, nos gustaría que nos hablara de sus influencias como cineasta ¿Podría citarnos títulos y directores de la industria francófona de Canadá que nos pudieran servir para conocer en profundidad esta filmografía que, rara vez, llega a nuestra carteleras?

Me gusta mucho la obra de Michel Brault (Entre la mer et l’eau douce), Claude Jutra (Kamouraska), Gilles Carle (la vie heureuse de Leopold Z), Francis Mankiewicz (Les bons débarras), todas viejas películas que me marcaron a los 20 años.

 

S.- Agradecemos su colaboración y le deseamos un prometedor futuro lleno de nuevos éxitos. Ojalá podamos disfrutar de sus nuevos trabajos en España.

Gracias a utedes. ¡Y hasta pronto, espero!

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