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{CULTURA / FOTOGRAFíA}

'El blanco y negro es un estado de ánimo y ahora me reconforta más que el color'

Carlos Rojo expone 'En la calle', fotografías callejeadas en Nueva York, Lisboa, Sicilia, Praga...

Carlos Rojo no busca una foto, no persigue una imagen; callejea y surgen frente a su mirada. “Ahí todo depende del instante y de que la consigas captar”. El fotógrafo leonés y desde 1973 asentado en Logroño -profesor de la Universidad de la Experiencia de la UR- ha callejeado por las aceras y plazas de Nueva York, La Habana, Lisboa, Sicilia o Praga, entre otras ciudades y ahora muestra la experiencia de sus viajes a través de 33 fotografías bajo el título ‘En la calle’. “Son todas -describe- fotografías robadas, tomadas en formato digital con gran angular, a lo largo de los últimos cuatro años. Son, como señala el título de la exposición fotografías urbanas, de calle, imágenes que no prevés fotografíar, sino que surgen”.

 

Rojo considera imprescindible la técnica, pero aún así entiende que “lo más difícil es ver la foto y tener un estilo propio”. La mayoría de las fotos que expone en la Sala de la Biblioteca Pública de La Rioja se presentan en blanco y negro. “Para mí -reconoce- el blanco y negro es un estado de ánimo y ahora, en estos momentos, me reconforma más que el color”. 

 

Un recorrido por la muestra reconoce al fotógrafo como un apasionado observador del devenir de la gente, de sus gestos en lo cotidiano del día a día de otros lugares. Carlos Rojo retrata a las personas en el lugar donde viven y hacen vida. “Lo esencial en una fotografía -detalla- es detacar al protagonista, sea una persona o un ambiente”. Para definir ‘En la calle’, Rojo reconoce haber dedicado muchas horas. “Contaba con mucho material y para la selección he utilizado el criterio de lo que más me gustaba, pensando siempre también en que pudiera emocionar y sorprender, aunque fuera ligeramente, a quienes contemplaran las fotografías”.

En sus viajes Carlos Rojo huye de la guía turística al uso y esa filosofía de explorador de la ciudad auténtica, la que viven, sienten y padecen los neoyorkinos, lisboetas o sicilianos, aparece reflejada en sus fotografías. Las imágenes de Rojo quizá nunca ilustrarán un folleto turístico, pero rezuman verdad viajera. “De alguna envidió -resalta- a los fotógrafos de los años 40, cuando todo estaba por descubrir y sus medios eran precarios”. 

Reconoce que en Nueva York y La Habana le llama la atención todo. “Trato -explica- de que todas las fotos cuenten algo y tengan su protagonista”. La boda de la hija del mafioso en Sicilia, la chica que espera una oportunidad en La Habana, el joven taciturno en León, el Cocotaxi, la niña y el columpio, el baile junto al malecón, las piernas que ven pasar la tarde madrileña, una terraza en Manhattan, o un descanso laboral en Cuba, son protagonistas del callejeo de Carlos Rojo y su cámara de fotos. “Como la luz natural -ensalza- no hay nada para la fotografía y entre todas me quedo con la del otoño, que es una luz más suave”. Como apuntaba en una conversación anterior, Carlos Rojo no duda sobre el espíritu que rodea a la fotografía: “Siempre es magia si logra sorprender al ojo que mira”./Javi Muro

* Sala de Exposiciones de la Biblioteca Pública de La Rioja. Octubre de 2019. De 12 a 14 y de 18 a 21h. de lunes a viernes, fin de semana horario de apertura de la biblioteca.

 

 

 

 

 

 

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