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Costante Girardengo, el ciclista que venció al maratoniano

El ciclista italiano ganó el Giro cien años atrás, en 1919

Cien años atrás el Giro de Italia disfrutó de la victoria de Costante Girardengo. Era la séptima edición de la prueba italiana y la primera tras la reanudación de la carrera una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. De alguna manera, Girardengo descubrió sus dotes para dar pedales más rápido que la inmensa mayoría de los humanos en un desafío frente al mito local del maratón Dorando Pietri, ya sabe, aquel atleta que sucumbió al capricho de la reina en la maratón olímpica de los Juegos de Londres, en 1908. Su majestad mostró su deseo de que la prueba comenzara desde las inmediaciones de Palacio para que su nieto pudiera contemplarla y como consecuencia los 40 kilómetros de la carrera se extendieron hasta lo hoy ya estandarizados 42,125. Pietri llegó al estadio olímpico en primera posición, pero en un estado avanzado de fatiga y desorientado. Tanto que tomó el camino opuesto a la meta una vez alcanzadas las calles del anillo. Los jueces le ayudaron a restablecer el sentido adecuado y a no perder la vertical; auxilio que, tras cruzar la línea de llegada, supuso su descalificación. Pero esa es otra historia. 

En la vida del joven Costante Girardengo, Dorando Pietre surgió al lanzar un desafío popular en su Novi Ligure natal. El maratoniano recompensaría con dos liras a quien diera dos vueltas en bicicleta a la Plaza del Mercado antes de que él completara una. Girardengo batió a Pietri convirtiéndose en héroe local. Aquel día comenzó a fraguarse una carrera ciclista profesional que se prolongó entre 1912 y 1936 y que aglutinó la victoria en dos Giros de Italia (1919 y 1923), seis Milan-San Remo, tres Giros de Lombardía, y una plata en el Mundial de Nürburgring, el primero disputado de la historia.

 

Constante Girardengo (Novi Ligure 1893-1978) nació en una familia de agricultores piamonteses. Era el quinto de cinco hermanos y como era tradicional, una vez concluida la escuela básica, comenzó a trabajar. Por entonces, su padre había abierto una taberna y allí el joven Constante revendía sal y tabaco. En poco tiempo, pasó a de un empleo a otro, siendo aprendiz en todos ellos. Tras la victoria en el reto de Pietri, comenzó a competir sobre la bicicleta. Contaba con dieciséis años. Entonces su rival era Biagio Cavanna, que más tarde hizo carrera como descubridor de corredores; entre otros Fausto Coppi.

 

Tal y como se veía venir, propios y extraños quedaron deslumbrados con sus actuaciones como ciclista amateur. Así que con tan sólo veinte años dio el salto al profesionalismo. Su primera victoria se produjo en Alessandria, su primer título como campeón de Italia. Un triunfo que tuvo un precio a pagar. Girardengo participó en la prueba tras abandonar sin permiso el cuartel en el que realizaba el servicio militar. Cruzó la meta en con los brazos en alto y regresó para cumplir 45 días de arresto.

Sus victorias finales en el Giro estuvieron acompañadas de treinta triunfos de etapa y en la edición de 1914 ganó la más larga de la historia disputada en la prueba italiana, con un recorrido de 430 kilómetros, entre Lucca y Roma. Cruzó la meta 17 horas y 28 minutos después de haber tomado la salida. Su palmarés menciona más de 80 victorias a lo largo de su carrera. En el Tour de Francia tan sólo tomó la salida en una ocasión, en 1914, y una serie de desdichas y caídas le obligaron a retirarse. El maillot de Campeón de Italia se lo enfundó en nueve ocasiones.

 

Girardengo corrió sobre todo pruebas italianas, la experiencias francesa no le convenció, aunque si intentó en varias ocasiones la victoria en la París-Roubaix, lo que habría supuesto sumar un tercer ‘monumento ciclista’ a los ya logrados con sus triunfos en la Milan-San Remo y el Giro de Lombardía. A lo largo de sus 24 años de carrera profesional prácticamente todas las temporadas consiguió alguna victoria.

Cuando surgió la figura de Alfredo Binda -gran dominador de las grandes pruebas en Italia a partir de 1925- Girardengo encontró a su némesis. Finalizó su carrera en 1936, a la edad de 45 años. Aseguraba que a lo largo de carrera profesional había recorrido más de 950.000 kilómetros, algo así como 25 vueltas alrededor del mundo. Cuando el punto final como ciclista profesional se acercaba, el Corriere della Sera publicó una columna dedicada al ciclista de Novi Ligure: "Ha corrido. No ha hecho otra cosa. Es decir, sí que ha hecho otra cosa más: ha vencido. Ha vencido permanentemente desde 1913 hasta hoy. Tenía tantas competiciones para ganar, Girardengo, que no pudo permitirse ninguna distracción. Algunos lujos, sí: las dos villas, el campo, el coche. Pero diversiones, ninguna”.

 

Cuentan que Costante Girardengo repetía un lema que siempre le acompañaba: “Ci vogliono le gambe -es decir- Se necesitan las piernas”. Sólo cuatro ciclistas italianos son reconocidos bajo el título de ‘campionissimo’, Binda, Bartali, Coppi y Girardengo. Costante ocupa además el puesto 26 en la Clasificación de los Cien Mejores Ciclistas de Todos los Tiempos’. Con su victoria en el pasado Mundial, Alejandro Valverde lo superó en el histórico listado. Una simpática coincidencia había destinado el dorsal 1 del Giro 2019 -en el que se cumplen cien años de la primera victoria de Girardengo- al ciclista murciano como homenaje a su maillot arcoíris. El infortunio en forma de caída evitó el guiño a la historia./Javi Muro

 

 

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