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{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}

'La separación entre Ciencias, Letras y Artes me parece inventada y de resultado nefasto'

Antonio Guillén presenta en el Museo de Ciencias Naturales la exposición 'La vida oculta del agua'

Antonio Guillén Oterino es catedrático de Biología y Geología, y actualmente profesor -o más bien 'guía' científico- de Secundaria, pero ante todo es "un apasionado defensor de la naturaleza". Sus palabras pintan un futuro lleno de ciencia y cultura, y se vale de su trabajo para nutrir el cerebro de los más jóvenes.  Pese a que no se había planteado ejercer la docencia, su toma de contacto con las aulas le dejó pregnado de la profesión de maestro. 

 

Sin embargo la docencia no ha sido la única ocupación de Antonio durante su carrera profesional. Ha colaborado como investigador en cada una de las oportunidades que se le han presentado, como por ejemplo en un buen número de excavaciones arqueológicas, también paleontológicas y más recientemente, como especialista en botánica en el proyecto Flora Iberica del Real Jardín Botánico de Madrid. Hace unos días inauguraba en el Museo de Ciencias Naturales su exposición 'La vida oculta del agua', un reportaje de imágenes que permite a quien se asoma a la muestra descubrir las maravillosas formas de vida del universo de los organismos microscópicos. No sólo se ha ganado a sus alumnos dentro de las aulas, sino que junto a ellos, ha ganado numerosos premios de reconocimiento nacional e internacional. Entre los principales premios destacan el Nacional de fotografía científica, el Giner de los Ríos de Educación, varios certámenes de Divulgaciencia y el primer premio a escala mundial "Google Science Fair 2012” organizado por entidades de la talla de Google, National Geographic o Scientific American. Antonio Guillén es un entusiasta de la ciencia y su divulgación, de los que ya no quedan, pero sobre todo, es un entusiasta de la vida./Paula Gil OcónSPOONFUL.- ¿Qué es la vida oculta del agua?

La vida oculta del agua es un sueño hecho realidad, un sueño de belleza, de aventura, de descubrimiento, de compartir algo tan hermoso como la vida que nos rodea y que no vemos y que el microscopio nos permite contemplar como otro universo, enigmático, profundamente bello y aún por descubrir.

 

 S.- ¿Y qué tiene de especial "esa vida que no vemos"?

Además del minúsculo tamaño, donde esa vida se extiende en el infinito de cada gota de agua, en ella se confunden los límites de nuestros esquemas sobre la complejidad de los seres vivos, sobre el tiempo, los ritmos, la simetría, la belleza…. 

 

S.- Acabas de inaugurar una exposición, ni más ni menos que en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Cuéntanos en qué consiste y cómo es esa museografía...

A través de 50 imágenes a gran formato, 90 x 60 cm, y siete paneles explicativos se exponen unas fotografías sorprendentes de seres que apenas alcanzan unas pocas micras de tamaño y que la magia de la fotografía convierte en seres gigantes de un bestiario hermoso y sorprendente, creo que la ilusión con la que se ha hecho y ha crecido se refleja en cada una de las imágenes.

 

S.- ¿Cómo ha sido este proceso de creación e investigación hasta llegar a la exposición?

Ha sido un largo trabajo que ha implicado a lo largo de casi diez años a extraordinarios compañeros de trabajo y amigos y a numerosos alumnos de la ESO y del Bachillerato que desde un centro público y pese a las limitaciones de medios y tiempo, han salvado los obstáculos para entregarse con ilusión a esta aventura de investigar, descubrir y documentar todo esto a través de la fotografía.

 

S.- ¿Qué buscas con este proyecto? ¿Qué te gustaría transmitir? 

Quizá compartir esta belleza que nos rodea y que está escondida en su minúsculo tamaño. Si algo tiene este proyecto es dar luz a toda esta vida oculta, empezando por descubrirlo a los más pequeños y tratando de transmitir el interés por conocer el mundo que nos rodea.

 

S.- ¿Cómo ha sido todo este trabajo de 'campo'?

Muchas excursiones, muchas salidas al campo para recoger muestras de agua en los lugares más insospechados, muchas horas de asomar la mirada a las ventanas del microscopio, muchas alegrías y también profunda tristeza al descubrir como el hombre degrada su entorno, y entorno acuático especialmente. La exposición que ahora se muestra en el MNCN no es más que una pequeña muestra de lo que, desde 2008 se viene mostrando en las páginas de Proyecto Agua. Un trabajo que pretende aunar arte, ciencia y difundir el conocimiento de la vida y la belleza muchas veces invisible tras diferentes apariencias. Con más de doce millones de visitas este proyecto, que nació en La Rioja y que se ha ido consolidando a lo largo de todo este tiempo, se ha convertido en un referente internacional para conocer esta vida oculta que ahora se puede ver plasmada en la exposición que se muestra en Madrid.

 

S.- ¿Cómo ha sido posible el impacto social que ha tenido tu proyecto? Has roto con el cliché de que la "ciencia es sólo para unos pocos".

Tratando de fijar la mirada en imágenes bellas o curiosas a través de la fotografía y de intentar elaborar unos textos accesibles a todo el mundo para explicar sin términos técnicos o científicos que supongan una barrera, la complejidad y la sencillez de la vida. La intención siempre es hacer el conocimiento accesible a todos los públicos de forma amable y divertida.

 

 

S.- Está claro que tu trabajo de biólogo está muy ligado al de docente, ¿Cómo es esta unión y cómo desarrollas esta simbiosis en las aulas?

Creo que lo más hermoso de la labor de enseñar es lo que tiene de compartir, de comunicar, de transmitir, pero no solo conocimiento, sobre todo interés, pasión, curiosidad, amor por el trabajo, solidaridad, compañerismo. Lo que busco es, sobre todo, que los alumnos no pierdan esa curiosidad, el amor por descubrir, eso es lo que se pretende en el laboratorio, pero también en el aula. Presento el laboratorio a todos los alumnos que llegan al centro como un espacio abierto, como si fuera la biblioteca. No como un espacio restringido a los alumnos de ciencias que solo se puede usar en momentos determinados. Si a cualquier alumno se le ocurre una idea para desarrollar lo intentamos.

S.- Parte del trabajo 'La vida oculta del agua' lo has realizado en las aulas junto a tus alumnos, ¿Cómo ha sido el día a día de la investigación junto a 'pequeños científicos'?

Muy gratificante, alegre, hermoso... Muchas veces a la carrera, también a veces cansado por la fatiga física que ello supone. Trato de que los alumnos se den cuenta por sí mismos de los tesoros que se pueden encontrar en tan solo una gota de agua y generalmente quedan sorprendidos y quieren continuar en esa aventura de descubrir. Con ayuda del microscopio observamos numerosos microorganismos que fotografiamos y clasificamos. Te encuentras que chavales de 12 años que llegan sin ninguna afición por la ciencia y poco a poco van interesándose por el mundo biológico. Siempre lo planteo de forma voluntaria, y creo que esto es lo que ha favorecido que alumnos que empiezan tan jóvenes se enganchen a la ciencia, de tal forma que dedican su tiempo libre a ella. Algunos continúan en el proyecto durante toda su formación obligatoria, e incluso optan por formación universitaria en terrenos de biología y microbiología.

 

S.- Y es que Antonio Guillén, no sólo gana admiración  y reconocimiento dentro de las aulas, sino que ha sido premiado con numerosos premios. Cuéntanos...

Entre los principales premios destacan Divulgaciencia y el primer premio a escala mundial 'Google Science Fair 2012' organizado por entidades de la talla de Google, National Geographic o Scientific American.

 

S.- Hablando de Google... Sabemos que gracias a tu 'Proyecto Agua' llegaste a tener reconocimiento internacionalmente, ni más ni menos que por este gigante. ¿Cómo fue la experiencia?

Me quedo corto si digo que maravillosa, es algo que me marcó profundamente y que dejó en mi un poso de inmensa gratitud, por lo mucho que aprendí de esta experiencia y por toda la generosidad y cariño que envolvió todo. Aprendí humildad de la gente más sabia, compañerismo en una 'competición' a la que concurrían los mejores proyectos seleccionados en los distintos continentes. Aprendí a ver cómo con un espíritu libre y sin complejos es posible poner en valor las mejores ideas, vengan de donde vengan y de quien vengan, me di cuenta de cómo un seguimiento continuado de un trabajo como el nuestro y no algo puntual, permite acercarse a su corazón y conocerlo en su fondo y me admiró que esto se hiciera así. En California nos sentimos como en nuestra casa, allí donde íbamos había un cartelito donde nos señalaban los kilómetros que nos acercaban a nuestra tierra, siempre en un ambiente distendido, de colaboración y de mucho afecto…no se puede pedir más, un modelo bien distinto al nuestro, un modelo mucho más inteligente y pensado en el bien de todos y no en el de unos pocos, así fue mi experiencia en la Google Science Fair.

 

S.- Eres un biólogo multidisciplinar, cuyas enseñanzas se escapan de lo puramente académico o científico, ante todo es una persona con ideales y con muchas reivindicaciones, ¿Cómo sería para ti la 'ciencia perfecta'?

Anhelo una ciencia extendida, interactiva, no tan centrada en el mundo universitario, y que adolece, por ejemplo, de que alumnos de humanidades no tengan la oportunidad de descubrir el mundo que alberga el laboratorio. Es una separación ésta entre ciencias, letras y artes que me parece inventada y de resultados nefastos, profundamente negativa para nuestro desarrollo pleno como personas.

 

S.- "No todo son luces en el mundo de la divulgación y la ciencia..."

En contra de esta situación idílica del Proyecto Agua hay que enfrentarse a la realidad… El mundo acuático también conoce la sombra del hombre.

S.- Hablas de corrupción en el mundo de la Ciencia, pero también en la Educación, y es que el camino que has tenido que trazar no siempre ha sido fácil...

Cuando intereses políticos, económicos y ambientales se ven enfrentados el contexto se vuelve hostil. Presenté en el Museo Nacional de Ciencias Naturales un libro que recogía las conclusiones de todo el trabajo de investigación sobre el deterioro que viene sufriendo el lago de origen glaciar más extenso de la Península, el Lago de Sanabria. Habíamos tocado un núcleo de corrupción muy serio. Estaban llegando fondos de Europa que no se estaban invirtiendo en lo que se suponía que se debieran de estar invirtiendo: un sistema de depuración eficaz.  La Junta de Castilla y León  tiene contratado un servicio de análisis que analiza lo que quiere y da los resultados que le favorecen para mantener su contrato ocultando la degradación de este ecosistema único. La Junta de Castilla y León se escuda detrás del “tengo mi propio laboratorio que dice que el agua está bien”. Es una indecencia en la que todos salimos perjudicados y más aún las generaciones futuras. El trabajo de investigación que realizamos con absoluta independencia y de manera altruista desató una persecución, lo ya clásico en estos casos. Si se demuestra que el agua está en malas condiciones habría que exigir responsabilidades, y los poderosos no quieren eso. Me costó mucho asimilar que esto pudiera estar ocurriendo. En el mundo de la investigación hay grupos de poder a los que no les conviene sacar a relucir estos problemas porque se quedan sin fuentes de financiación…

 

S.- No sólo has 'estudiado' el microcosmos del agua, sino que gracias a tu labor has podido comprobar paralelamente el funcionamiento de instituciones como la educativa, ¿Qué has visto en su modus operandi?

La enseñanza y los valores que podamos transmitir a través de ella y la política corrupta que ha arrasado y arrasa nuestro país son dos caras de una moneda, entre las que nos tenemos que desenvolver y se mueve la sociedad. Las generaciones que vienen están formadas y están padeciendo en su propia carne las secuelas de crisis, recortes e injusticias. Es doloroso ver cómo muchos de nuestros jóvenes tienen que abandonar nuestro país para buscar acogida en el extranjero, porque el imperio de lo mediocre ha inundado todo. En la educación hay que hacer una apuesta generosa por el futuro y por los jóvenes y esa apuesta no se está haciendo. En el agua y en su gestión ocurre algo parecido: sus luces y sombras convergen en un equilibrio desgraciadamente agridulce. Lo más bello y lo más innoble e indecoroso de la sociedad conviven en el mundo microscópico. La belleza de estos seres enfrentada a la corrupción que ha dado lugar a que aparezcan por la pésima gestión de este recurso que es de todos y que algunos de forma directa o indirecta han hecho suyo.

 

S.- ¿Cómo imaginas el futuro?

Me daría por satisfecho si los alumnos a los que doy clase aprendieran a leer en la Naturaleza igual que lo hicieron con el primer libro con el que aprendieron las primeras letras. El compartir con ellos y el descubrir todo lo que nos rodea es algo absolutamente hermoso. La ilusión por descubrir y enseñar me seguirá empujando muchos años más.

 

 

 

 

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