{VIVIR / VIDA EN LA CIUDAD}

'Sonríen de día, lloran de noche'

El fotógrafo Rober Astorgano ha documentado la situación del campo de refugiados en Idomeni

“Lo que está sucediendo en Idomeni con los refugiados es increíble, es indignante que algo así ocurra en Europa”. Rober Astorgano es fotógrafo y ha documentado la mayor crisis migratoria y humanitaria que vive el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial a través del objetivo de su cámara y desde diferentes puntos fronterizos. Han sido tres viajes a la zona, el último comenzó el pasado mes de marzo. Fueron dos meses recorriendo el campamento de refugiados de Idomeni –en la frontera con Macedonia- y Atenas, junto a algunos de sus compañeros del colectivo ‘Fotomovimiento’. La experiencia le ha ratificado la perspectiva que intuía. “Los refugiados son personas como nosotros –resalta- y quieren lo que queremos todos, quieren una vida digna”.

La posibilidad de documentar la crisis de los refugiados surgió por casualidad para Astorgano. “Unos amigos estaban de vacaciones en Hungría y nos invitaron a ir. Cuando llegamos la frontera ya estaba cerrada”. Entonces decidieron viajar a Croacia y después, ya en el mes de noviembre, se dirigieron a Lesbos. El campamento de refugiados de Idomeni fue el destino del tercero de sus viajes a la zona. El fotógrafo riojano –nacido en la localidad de Badarán- estudió Ciencias Ambientales, aunque la fotografía siempre le había gustado. “Siempre –recuerda- estaba con la cámara haciendo fotos”. Así que en un momento dado, mientras trabajaba en Madrid, decidió que quería profundizar en lo que entonces aún era una afición. “Me trasladé a Barcelona y comencé estudiar fotografía, especializándome en fotografía documental”.

Fue así como contactó con el colectivo al que pertenece –formado hoy por diez fotógrafos- y que engloba a profesionales y aficionados, a los que se suman sociólogos y una periodista. “Todos –describe- sentimos pasión por la fotografía”. ‘Fotomovimiento’ nació hace cinco años, próximo, de alguna manera, al 15M. Precisamente, cuando cumplieron su cuarto aniversario publicaron un libro sobre el movimiento. Ahora, Rober ha pasado por La Gota de Leche, el Centro de Recursos Artísticos y Juveniles de Logroño, para contar su experiencia y presentar el documental ‘Los Muros de Europa’. “Nuestros colectivo –apunta- tiene también sus raíces en el activismo y entendemos la fotografía como un vehículo de denuncia”. Sus trabajos han recibido diferentes galardones como el Premio de los Derechos Humanos de Cataluña.

Astorgano reconoce su implicación en los trabajos fotográficos que desarrolla. “En Grecia no sólo hicimos fotografías, sino que también realizamos labores de voluntariado, ya fuera repartiendo comida, jugando con los niños o colaborando con otros colectivos que habían llevado hasta el campamento diferentes materiales”. La convivencia con los refugiados en el día a día facilita la toma de las fotografías. “Hablas con ellos –explica- te cuentan su situación, se produce una relación de confianza y realizas las fotografías sin acosarlos. Encontramos más problemas para fotografiar a mujeres musulmanas”. Resalta que los refugiados entiendes que las fotografías son positivas, que ayudan a difundir la situación de dificultad y abandono en la que se encuentran.

Y Astorgano tiene claro que la situación en la que viven esas personas es indignante. “Encuentras –señala- una gran cantidad de niños viviendo en condiciones inhumanas, pero para la Unión Europea son meros números, cifras, viven durante meses y meses en tiendas de campaña. Cuando estuvimos en Idomeni estuvo lloviendo durante 35 días, todo el campamento era barro y un foco de enfermedades”.

La visión del fotógrafo sobre el comportamiento de la Unión Europea respecto a la crisis de los refugiados ofrece una tremenda decepción. “La actuación de la UE me genera vergüenza y asco, como puede hablar Europa de derechos humanos si está dejando morir a la gente. Si no fuera por el trabajo de los voluntarios en los campamentos de refugiados no se haría absolutamente nada. Es algo vergonzoso e increíble, ni siquiera existe ayuda humanitaria”.
Reitera Astorgano que sin la actuación de los voluntarios –muchísimos españoles- los refugiados no sobrevivirían. “Han construido escuelas, cocinas, hospitales, tan sólo Médicos Sin Fronteras, entre las ONGs está trabajando allí”.

La mayoría de los refugiados que sobreviven en el campo de Idomeni son sirios, pero el fotógrafo riojano, apunta que no sólo, que también hay personas, familias, que proceden de otros países. “Cuando estás allí, cuando estás hablando y conviviendo con los refugiados, constatas que lo que realmente necesitan en que pases un rato con ellos. Es curioso, no tienen nada pero lo dan todo. Te invitan a comer en sus tiendas… y que no se te ocurra decir que no”.

Astorgano también ha pulsado la percepción que los refugiados tienen de Europa y de la Unión Europea. “Cuando llegaban a Lesbos –resalta- estaban contentos e ilusionados, habían sobrevivido al viaje por mar y tenían una buena acogida. Después, con el cierre paulatino de las fronteras, la situación y la percepción cambian, pero te das cuenta de que siguen manteniendo la esperanza sobre la apertura de las fronteras”. Detecta, además Rober, cierta hipocresía en Europa, capaz de criticar a Donald Trump por anunciar la construcción de un muro entre Estados Unidos y México si llega a la Presidencia, pero que mira a otro lado cuando esos muros se construyen en Europa.

Dos meses en Grecia han permitido al fotógrafo conocer de cerca la impresión que los griegos tienen de la situación. “Tienen la idea –explica- de que Europa los ha abandonado, como si la crisis de los refugiados fuera un problema exclusivo de Grecia. Aunque hay algunas manifestaciones en contra de los refugiados, por lo general los griegos les ayudan mucho”. A penas una semana después de sus regreso a España, Rober Astorgano resalta que los refugiados “son personas como nosotros, se sienten perseguidos en sus países y huyen de la violencia como lo haríamos nosotros”… y aun así, muchas veces los vemos sonriendo… “Sonríen de día, lloran por la noche”./Javi Muro