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{ARTÍCULOS DE OPINIÓN}

Enfrentar los ataques de mediocridad

Cuando uno se dedica a escribir, son muchas las veces que sufrirá lo que yo llamo ataques de mediocridad. Se trata de una sensación que nos dice que lo que estamos haciendo no vale nada. Que lo que uno está escribiendo es malo o muy malo. Escribes y reescribes, lees y relees, y, al final, no consigues eliminar esa sensación que amenaza con ahogarte y que, durante un tiempo, te hace plantearte si realmente sirves para esto.


Y estos ataques de mediocridad no sólo los sufren los escritores, cualquiera está expuesto a ellos. Tanto en la vida personal como profesional, los sentimientos de fracaso, de no alcanzar la meta o de infravaloración, están ahí, al acecho, esperando que flaquees. La clave para salvarse o para no caer en el vacío consiste en entenderlos, verlos como algo normal y natural, y seguir adelante.


Todos, repito, todos los sufrimos alguna vez. Se trata de una sensación normal e incluso puede considerarse sana ya que te empuja a valorar tu trabajo, juzgarlo y ser crítico. Si la crítica es constructiva, será bueno porque te ayudará a mejorar. Lo importante es no recrearse en esa sensación de agobio ni pensar que uno es un fracaso con patas.


Un aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de valorar y superar un ataque de mediocridad es encontrar la causa de su nacimiento. Puede surgir como un acto reflejo a un atasco o a un no avanzar en un proyecto, pero también puede nacer por simple comparación. Es bueno comparar lo que uno hace con otros, sobre todo si nos sirve para aprender y mejorar, pero no hay pasarse. Y, debemos, en esa comparación, excluir el factor éxito de la ecuación. Me explico. Puedes cocinar muy bien, pero si comparas el éxito de tus platos con los de un cocinero Michelin, la cosa puede no serte favorable. ¿Significa eso que tus platos son malos? ¿Significa que eres un fracaso como cocinero? No, en absoluto. Significa que el éxito no sólo se da con buenas intenciones, apunte de maneras, buenas obras y ganas. Hay muchos otros factores que influyen a la hora de conseguir la llave del éxito y no sólo lo bien o mal que se haga algo. Además, muchos de esos factores están fuera de nuestro alcance, por lo que es importante no centrarse únicamente en el resultado o éxito que otros obtienen respecto al que nosotros obtenemos.


Los ataques de mediocridad son rachas, momentos, días, pero pasan. Son algo así como el papel en blanco. Se suelen dar en momentos de debilidad y flaqueza, y gustan de ser el centro de atención, haciendo que nos sintamos cada vez más pequeños e inútiles. Lo importante es aceptarlos, entenderlos y no pensar en ellos de forma compulsiva. No deben ser nunca una obsesión porque si los convertimos en una pesadilla, serán más difíciles de superar. Sé que no es fácil enfrentarlos, pero debemos hacerlo porque no son más que una etapa más en el largo camino elegido./Verónica García Peña autora de 'De cómo Feliciano San Feliz quiso matar a sus vecinos'



Autor: Verónica García Peña

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